Veuve

«Veuve Clicquot» posee uno de los mejores viñedos de la región de Champagne, con 390 hectáreas. Fiel a su herencia, la casa está orgullosa de su lema: «Una sola calidad, la mejor». Han contado con tan solo 11 maestros bodegueros en toda su historia. Veuve Clicquot privilegia la excelencia y la calidad.

La fundación de la casa tiene lugar en 1772, por Philippe Clicquot, cuyo objetivo siempre fue «cruzar fronteras». La historia completa de la casa de Veuve Clicquot está marcada por vinos míticos, fieles a la demanda de calidad que constituiría la fuerza impulsora de Madame Clicquot. Hija del barón N. Ponsardin, Madame Clicquot se casó con el hijo del fundador Philippe y, juntos, compartieron la pasión y conocimientos sobre el champán. Un tiempo que le sirvió para, tras la muerte de su marido, pasar a hacerse cargo de la marca.

Las temperaturas son suaves -en torno a los 10 °C, con una limitada exposición al sol y precipitación regulares y moderadas. Unas características que aportan frescura a las uvas.
En el proceso de fermentación, pasados diez días de la primera fermentación alcohólica, se obtiene un vino espumoso con un 11% de alcohol, posteriormente sometido a una cata a ciega por los enólogos de la casa. Se realiza una segunda fermentación, la cual contribuye a la reducción de la acidez del vino. Para su crianza las botellas se sitúan horizontalmente, en los túneles medievales de caliza en Reims. Todos los vinos se crían durante un mínimo de treinta meses, salvo los «Vintage» y «La Grand Dame», que pasan cinco y siete años de crianza, respectivamente.

Las bodegas «Crayères» de Veuve Clicquot, situadas en el distrito «Colline Saint-Nicaise» han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.