Glenmorangie

The Glenmorangie surge como una antigua fábrica de cerveza llamada Morangie Farm que comienza su actividad durante la Edad Media, como cuenta la leyenda, alrededor de la localidad costera de Train, en las Highlands de Escocia. No es hasta 1893 cuando se convierte en productora de whiskies de malta, al incorporarse a su espacio de producción dos alambiques de ginebra de segunda mano.

Pese a estos humildes orígenes y tratarse de las más pequeñas destilerías de la industria, se trata de la marca fabricante de Single Malt que mejores ventas ha obtenido en Escocia desde su creación en 1893. The Glenmorangie es conocida por la complejidad y gran elegancia de sus whiskies lograda, sobre todo, gracias al empleo de numerosas maderas. Para la elaboración de este se emplea agua procedente de colinas vecinas y que fluye por cauces de arenisca, sobre brezo y trébol. Todas estas características junto al proceso de destilación, son los que dan esa personalidad característica a este destilado, único en cuerpo y aroma.

Glenmorangie fue la primera destilería en introducir en el mercado los embotellados sin rebajar, los cask-strength, y los cavados en maderas empleando barricas de vinos generosos de jerez, de oportos, o madeiras. Una casa conocida por sus concienzudas directrices en lo referente a calidad y estándares respecto a sus ya mencionadas barricas. Que, además, han sido seleccionadas de los bosques situados en las montañas Ozark de Missouri, y que, durante cuatro años se emplearán prestadas en la destilería Jack Daniel’s de Lynchburg, Tenessee.